Vaya por delante que, pese a realizar mis primeras incursiones (o, más bien dicho, meras aproximaciones) en torno a la tecnología Blockchain, allá por el 2011 (movida principalmente por mi curiosidad innata a casi todo)... no soy para nada una experta en la materia, menos aún a nivel práctico u operativo.
Estamos, pues, ante un post que se mueve meramente entre el plano teórico y el reflexivo, a partir del seguimiento que he ido realizando (desde lejos) en torno a esta tecnología. Mi finalidad es, simplemente, compartir a nivel divulgativo, y referenciar algunas experiencias que ya se están llevando a cabo en diferentes partes del mundo, en torno a la tecnología Blockchain y la formación.
De todas formas, espero que puedas sacar partido a este post, te inspire a seguir profundizando en los temas que en él se abarcan, o incluso... por qué no, pueda moverte a llevar a cabo algún tipo de implementación práctica real.
Dicho esto: ¡empecemos! :)
¿Qué es Blockchain?
Técnicamente, Blockchain (o "cadena de bloques") es una base de datos distribuida y repartida en varios equipos, sin control central, de forma pública, sincronizada y encriptada. Cada "bloque" es transparente (pero a prueba de manipulaciones y asegurando la privacidad del usuario) y, en el registro de cada transacción, contiene una marca de tiempo imborrable que incluye fecha, hora y otros detalles verificados.
Podríamos decir que Blockchain posibilita no depender de terceros en las transacciones (se prescinde de los intermediarios), originando una forma más eficiente, segura y transparente de gestión, además de ahorrar una gran cantidad de burocracia, administración, esfuerzo y tiempo.
Los expertos señalan que Blockchain podría estar transformando varios sectores, como el económico (consultar Bitcoin), el gubernamental, el empresarial u organizativo y, como no, también el sector de la educación.
¿En educación...?
Sí. Blockchain se puede implementar tanto dentro de instituciones educativas individuales, como en grupos de instituciones, o bien en organismos educativos a nivel nacional e internacional.
Destaca ya, por ejemplo, su uso para ciertos servicios y/o productos vinculados a insignias, créditos y calificaciones, mediante el almacenamiento de forma segura de este tipo de datos.
Y es que, a medida que la educación se está volviendo actualmente más diversificada, democratizada, descentralizada y sin intermediarios, se prevén imprescindibles ciertos sistemas que nos permitan seguir manteniendo una reputación, confianza y transparencia en las certificaciones, en este caso, vinculadas a las evidencias de aprendizaje y, por qué no, enfocadas a la futura empleabilidad. Ahí es donde intervendría la tecnología Blockchain.
¿Existen ya iniciativas de este tipo?
Sí. Veamos algunos ejemplos, a diferentes niveles:
La Escuela Holberton (San Francisco) ofrece una educación basada en proyectos (ABP), en áreas vinculadas al software, como alternativa a los cursos universitarios. Esta institución ya utiliza el sistema Blockchain para almacenar y entregar los certificados que emite a sus estudiantes. Esta medida les permite detener la certificación falsa, apoyándose en el cifrado y la autentificación de la base de datos de cara a, por ejemplo, aportar garantías a los futuros empleadores de sus alumnos.
El MIT también ha hecho cosas similares en esta línea.
Instituciones educativas grupales y cooperativas pueden crear repositorios compartidos de certificación. Un ejemplo es el grupo de universidades Delft, EPFL, Boston, Anu y UBC, que el pasado año formó un acuerdo de código compartido de este tipo.
De hecho, cualquier red de instituciones u organismos (o grupos globales de escuelas), que necesiten de un código compartido, pueden recurrir al sistema Blockchain.
- A nivel nacional y/o internacional (global):
Partamos de la necesidad de un posible enfoque más común y "unificado", respecto a la gama de credenciales educativas actuales de los diferentes niveles educativos: escuelas, institutos, universidades, asociaciones empresariales, etc. El actual sistema de certificación no es apto realmente para este propósito, ya que un sistema de papel está sujeto a posibles pérdidas o incluso al fraude. La solución para alcanzar este objetivo "unificado" podría pasar por Blockchain.
En la actualidad, con poblaciones de estudiantes y trabajadores, cada vez más móviles a lo largo de su vida (cambio de una institución educativa a otra, un nuevo trabajo, un nuevo país...), una base de datos (de credenciales y logros), a modo de depósito seguro, tiene mucho sentido y podría resultar de gran ayuda. Además, el aprendizaje es también cada vez más distribuido ya que, cada vez más, éste tiene lugar fuera de las paredes de la instituciones formales: en diversas plataformas y/o comunidades en línea, o mediante MOOCs, por ejemplo.
Ante este panorama, la tecnología Blockchain puede ofrecer una buena respuesta de cara a cotejar los resultados de esta nueva realidad de aprendizaje distribuido y, sin duda, se hace necesario explorar las posibilidades que esta infraestructura nos podría proporcionar. Así, han surgido ya iniciativas como BockchainEdu (BEN), una red social creada por los propios alumnos y ex-alumnos de diferentes partes del mundo.
Como vemos, la evaluación o acreditación parece ser la primera aplicación obvia para Blockchain y, pese a que todavía no hay muchos operadores en este sentido, podríamos destacar la iniciativa de IBM o de Sony Global Education, que poseen una plataforma basada en Blockchain para albergar sus evaluaciones. Su objetivo es que las escuelas y universidades utilicen este servicio de forma global, para que los individuos puedan compartir sus datos de esta índole con terceros (posibles empleadores, en redes sociales tipo Linkedin, etc.).
Más referencias y reflexiones...
- A nivel de conocimiento"cerrado":
En la formación corporativa, las empresas ofrecen gran cantidad de formación a sus empleados, pero el almacenamiento real de sus logros, actualmente no suele ser del todo fácil. Las actuales tecnologías de aprendizaje y gestión de la formación, con sistemas como SCORM u otros, podrían dar un paso más allá, a partir de un sistema más abierto pero, a su vez, seguro, que no se limite solo a un uso interno, sino que también sea realmente útil y ofrezca garantías a los empleados, cuando éstos salen de una organización y han de acreditar sus competencias.
- A nivel de conocimiento "abierto":
Un visión similar es aplicable, aún más si cabe, al ámbito del conocimiento abierto. Por ejemplo, en torno a los Open Badges (recomendamos el artículo de Serge Ravet sobre BadgeChain o este otro de Doug Belshaw).
En esta línea se mueve también la iniciativa Open Blockchain (en su página se pueden ver varios ejemplos de tipo educativo, basados en la plataforma Ethereum, y no solo enfocados a las acreditaciones o evaluaciones puramente dichas).
Centrémonos en el caso de los MOOCs (Massive Open Online Courses). Éstos han ido cambiando realmente el panorama educativo, actuando como catalizador real de cambio, en cuanto a la apertura del conocimiento se refiere. Sin embargo, el sistema actual de certificación (insignias o badges) de muchos MOOCs, podría evolucionar más todavía, y resultar mucho más robusto, si los principales proveedores se aliasen mediante un sistema basado Blockchain.
Algunas conclusiones finales...
De todas formas, hoy en día, el mayor obstáculo para un uso más generalizado de Blockchain en el ámbito educativo es meramente cultural. Y, a pesar de sus posibles ventajas, seguramente la implementación de esta tecnología en el sector educativo de nuestro país vaya a ser lenta, ya que el eje central en materia educativa sigue siendo institucional y jerárquico. Si a futuro no se potencia desde las instituciones, el estímulo para el cambio, sin duda, tendrá que venir de otra parte, como ya ha ocurrido en otros innumerables casos, dentro de éste u otros sectores.
Para finalizar, como ya indicaba al inicio de este post, he realizado una aproximación reflexiva muy "en pañales" en torno al sistema Blockchain en relación a la Educación/Formación. Seguramente existen muchas más iniciativas a nivel internacional, o incluso a nivel nacional (ojalá). Pero, aún así, espero que haya podido servir como punto de partida para seguir explorando al respecto.
Te animo a seguir observando de cerca la evolución de esta tecnología y sus presentes y futuras implicaciones a nivel educativo. Yo, por mi parte y como hasta ahora, lo haré...
No dudes en comentar tus inquietudes, referencias, ideas... o cualquier aportación constructiva que consideres, en "comentarios".
Alicia Cañellas.